El interés por esta forma de colaborar ha subido con fuerza: un 48% más de personas solicitaron información en 2024 y un 54% más confirmaron su decisión de incluir a una ONG en su testamento.  Aunque la cifra total ha descendió un 12% respecto a 2023, la intención de testar a favor de causas solidarias no ha dejado de crecer, y más personas se plantean cómo hacer que su herencia deje un rastro positivo El perfil más común es el de una mujer de entre 50 y 70 años, residente en ciudades como Barcelona, Madrid, Sevilla, Alicante o Bilbao. Además, casi 600 personas notificaron a las organizaciones que habían hecho este tipo de testamento, un 13% más que el año anterior. Un dato significativo: el 43% de esos testamentos eran “multicausa”, es decir, incluían a más de una entidad social.

El gesto invisible que no se olvida

Hay personas que viven solas y sin red familiar. Para ellas, una preocupación frecuente es que su testamento solidario no llegue a ejecutarse. Por eso, algunas ONG reciben cartas donde se les pide algo tan sencillo —y tan trascendental— como: “Si no respondo a su llamada anual, hagan efectivo mi testamento”.

Este protocolo de “comprobación de vida” no es solo un trámite. Es un acto de confianza, un pacto silencioso que asegura que su voluntad no quedará en el olvido. Una muestra de la relación de cuidado que se establece entre la persona testadora y la organización.

Testar solidariamente es mucho más que una decisión legal o financiera. Es la expresión de un deseo: seguir cuidando del mundo cuando ya no estemos. Para quienes no tienen herederos, esta posibilidad se convierte en algo profundamente emocional. Saber que su esfuerzo de vida servirá para construir escuelas, financiar tratamientos o proteger derechos humanos, les da paz y propósito.

Desde HazTestamentoSolidario.org lo resumemimos así: “Es la certeza de que su mirada y sus valores seguirán presentes donde más se necesitan”.

¿Quiénes y dónde se hacen un mayor número de testamento solidario?

Aunque no hay un único perfil, sí hay algunas tendencias claras. En 2024, el 62% de quienes testaron solidariamente fueron mujeres. Y aunque sigue habiendo muchas personas solteras entre ellas, cada vez son más las casadas (36%) que se suman a esta forma de donar. También se detecta un rejuvenecimiento: ya no es solo cosa de octogenarios. Son las personas en la década de los 60 las que más se animan a dejar este tipo de legado. Lo hacen con previsión, información y conciencia. 

Y  quienes lideran el mapa son la Comunidad de Madrid, Cataluña y Andalucía. Por provincias destacan Madrid, Barcelona, Valencia, Vizcaya y Alicante. Un dato que sugiere que la información y la cultura del legado solidario está creciendo, pero aún queda mucho por recorrer.

Qué es y cómo se hace un testamento solidario

Un testamento solidario consiste en incluir a una o varias ONG en el testamento. Es un proceso legal sencillo, flexible y totalmente compatible con otros herederos. Se puede legar una cantidad fija, un bien concreto o un porcentaje del patrimonio. Y hay algo importante que mucha gente desconoce: las ONG están exentas del impuesto de sucesiones. Es decir, el 100% de lo que se dona llega directamente a la causa elegida. La donación mediana ronda los 8.500 euros, aunque la media en 2024 fue de 65.000 euros.

En caso de no dejar testamento ni herederos legales, es el Estado o la Comunidad Autónoma correspondiente quien hereda. Por eso, hacer testamento no es solo un acto práctico: también es una forma de decidir el legado que queremos dejar al mundo. Hacer testamento —y hacerlo de forma solidaria— es un trámite accesible. Además,  te ofrecemos asesoramiento confidencial y sin compromiso si deseas informarte.

Si estás pensando en dejar una huella que importe, quizá el momento sea ahora. Porque no hay edad para la solidaridad, y porque incluso, cuando ya no estemos, aún podemos seguir ayudando a quién más lo necesite.