8M: Beijing 30 años después. La igualdad de género, un desafío global
Viernes, 7 marzo 2025Este año se cumple el 30 aniversario de la Declaración y Plataforma de Acción de sobre la Mujer en Beijing, un plan para promover la igualdad de género y los derechos de mujeres y niñas. Esta declaración marcó un hito al establecer el marco para fomentar la igualdad de género. A día de hoy, los gobiernos todavía deberían destinar al menos el 15% de su presupuesto a programas que promuevan la igualdad entre hombres y mujeres.

Este año se cumple el 30 aniversario de la Declaración y Plataforma de Acción de sobre la Mujer en Beijing, un plan para promover la igualdad de género y los derechos de mujeres y niñas. Esta declaración marcó un hito al establecer el marco para fomentar la igualdad de género, con 12 áreas en las que trabajar en la igualdad de género a nivel global: la pobreza y la feminización de la indigencia; la educación y la eliminación del analfabetismo femenino; la salud, reducción de la mortalidad materna y salud sexual y reproductiva; la violencia contra la mujer; mujer y conflictos armados; la economía, brecha salarial y acceso al trabajo; la mujer, el poder y la toma de decisiones; la creación de ministerios de género con presupuestos propios; los derechos humanos de la mujer, con la ratificación de la aplicación del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW); la mujer y la representación femenina en puestos directivos de medios de comunicación; la mujer en la gestión medioambiental ( y su vulnerabilidad ante desastres climáticos); y finalmente, la niña. O más bien los derechos de 650 millones de niñas, en la lucha contra el matrimonio precoz, las Mutilación Genital femenina y la deserción en la escuela.
Tres décadas después, el panorama legislativo global muestra avances importantes en la construcción de marcos jurídicos contra la discriminación, aunque todavía perduran brechas estructurales. América Latina destaca por su liderazgo en leyes de paridad política y protección contra la violencia machista, África ha consolidado instrumentos continentales pioneros, mientras Asia muestra disparidades regionales con progresos notables en el sudeste y estancamientos en el sur.
A nivel global, 156 países han creado mecanismos institucionales para la igualdad, y en cuanto a representación parlamentaria, el 26’9% de los países han alcanzado esa representación parlamentaria femenina, pero sólo seis países (Ruanda, Cuba, Nicaragua, Andorra, México, Nueva Zelanda y EAU ) han conseguido paridad parlamentaria.
Avances legislativos en América Latina
La región latinoamericana ha construido en tres décadas un marco normativo en la protección de derechos de las mujeres. Desde la ratificación de la Plataforma de Acción de Beijing en 1995, hay registradas 127 leyes de igualdad en 18 países, con avances significativos en violencia de género, paridad política, derechos económicos, corresponsabilidad en cuidados y la transversalización de la perspectiva de género en instituciones estatales.
Contra la violencia machista hay una revolución normativa. El Protocolo Latinoamericano para la Investigación de Muertes Violentas de Mujeres por Razones de Género (2014) sentó las bases para que 14 países incorporaran el feminicidio como delito autónomo en sus códigos penales; La Ley Modelo Interamericana (2018) unificó criterios procesales en 18 naciones, obligando a fiscalías especializadas y peritajes con perspectiva de género. Además, la región ha fortalecido marcos jurídicos como la Ley Integral Contra la Violencia de Género en Bolivia y la Ley Brisa en Argentina, que protege a hijos de víctimas de feminicidio. En 2024, 14 países unificaron criterios judiciales con el Protocolo Latinoamericano para la Investigación de Feminicidios.
En cuanto a toma de decisiones, la mejora de leyes de paridad política ha sido clave para el acceso de las mujeres a espacios de decisión. México (2019), Costa Rica (2020) y Chile (2022) establecieron normativas que garantizan la representación femenina en el Congreso y otras instancias de gobierno. Como resultado, varios países han alcanzado o superado el 40% de escaños ocupados por mujeres en sus parlamentos.
Pero la verdadera revolución viene del reconocimiento del trabajo doméstico y de cuidados (históricamente invisibilizados) con la Ley de Economía del Cuidado (Colombia 2023), que establece medidas para valorar el trabajo no remunerado y facilitar la participación de las mujeres en el mercado laboral.
Desde nuestro proyecto en Riberalta (Bolivia), nuestras compañeras de medicusmundi valoran el avance. Carlas Ximena García Cruz (asistencia técnica a las familias beneficiarias con huertas) ratifica la importancia de los avances en América latina, aunque cree que falta mucho por conseguir: “Las mujeres en América Latina hemos conquistado espacios en la política, en los medios y en los negocios, pero aún tenemos que luchar por cambiar los estereotipos y la percepción pública sobre lo que podemos lograr nosotras, en la lucha por la igualdad salarial y contra la violencia machista”. Y añade: “El gobierno de Bolivia ha hecho esfuerzos importantes para avanzar en la igualdad de género. Pero la verdadera transformación requiere no solo de leyes, sino un cambio en las actitudes culturales y sociales, además de una implementación efectiva de las políticas públicas existentes”.
Por su parte, Kikuno Jenyan Matsuno, beneficiaria de los huertos y kioskos verdes en medicusmundi, considera que sí hay una participación de la mujer. Y que el rol femenino en la toma de decisiones si existe. Sin embargo, cree que falta reforzar más ese liderazgo en las mujeres. Y añade:” En el municipio de Riberalta hay tres instituciones que trabajan en los derechos de la mujer. Se ha reforzado la idea del emprendimiento femenino, de presentar la palabra de la mujer y la necesidad de que sea escuchada”.
Nuestra representante en medicusmundi Bolivia, MªAngélica Toro Rojas comenta que en los últimos años el país ha vivido un compromiso creciente desde el gobierno para reforzar la lucha por la igualdad de género. Pero resalta que a pesar de algunos avances en la participación política y leyes que protegen a la mujer, en Bolivia mujeres indígenas, personas con discapacidad, colectivos de diversidades sexuales, entre otros grupos, siguen teniendo que superar grandes barreras en el acceso a una atención adecuada en salud, en oportunidades de estudios, además de la discriminación y la violencia que les afecta. Toca diseñar políticas efectivas que promuevan relaciones más equitativas y las incluyan a todas. “Y desde medicusmundi, trabajamos en esa misma línea. Las mujeres, no solo accedan a los servicios de salud, sino también a herramientas que les permitan ser protagonistas de su desarrollo. En nuestros proyectos, damos un enfoque transversal de igualdad de género y de Salud Planetaria. Apoyamos a mujeres en emprendimientos de alimentación saludable y huertas agroecológicas, proporcionamos infraestructura para artesanas y apoyamos a madres adolescentes a través de programas de nutrición y salud. Además, nos enfocamos en promover la salud sexual y reproductiva, organizando conversatorios y proporcionando información sobre derechos reproductivos y prevención de enfermedades. También trabajamos con otras instituciones, como el Comité de Lucha contra la Violencia hacia la Mujer para garantizar que las mujeres puedan vivir sin miedo a la violencia. Todo esto bajo un enfoque de género y con la prevención de la violencia machista como pilar central”.
África, avances continentales frente a las realidades locales
La Unión Africana ha liderado iniciativas legislativas como el Protocolo de Maputo que garantiza los derechos sexuales y reproductivos. Fue ratificado por 42 países, aunque sólo 12 lo han implementado completamente. La realidad es que la mutilación genital femenina sigue afectando a 48 millones de niñas pese a su prohibición en 33 estados. Y en cuanto a los matrimonios infantiles, la pandemia los incrementó en un 20% en África subsahariana.
En cuanto a políticas de género, en 2024 se ha desarrollado la Estrategia Continental de Género que asigna el 30% de presupuestos nacionales a políticas de igualdad. Kenia sobresale con la Ley de Violencia Doméstica que tipifica la violencia económica (aunque en países como Somalia y Sudán del Sur, menos del 5% de tierras son tituladas a mujeres), y Ruanda mantiene el récord mundial de representación parlamentaria femenina gracias a las cuotas constitucionales. Pero en gobiernos locales, la representación política femenina promedio es mucho más baja, con retrocesos en Mali y Burkina Faso tras los golpes de estado.
El Acuerdo de Libre Comercio Continental Africano (AfCFTA) incluye cláusulas de género que eliminan aranceles a productos liderados por mujeres, beneficiando a comerciantes transfronterizas. Sudáfrica aprobó en 2024 la Ley de Igualdad Salarial más estricta del mundo, con auditorías obligatorias en empresas.
Desde Marruecos, Sra Soumicha Ryaha, presidenta de la Asociación Marroquí para la Defensa de los Derechos de las Mujeres (AMDF), nos hace una valoración de cómo evoluciona el país. El artículo 19 de la Constitución sobre la igualdad entre mujeres y hombres, con la creación de una comisión de igualdad como mecanismo de equidad. Existe una ley de las trabajadoras domésticas, además de la ley sobre la paridad e igualdad de oportunidades, y la ley para luchar contra la trata de humanos, además de la ley contra la violencia hacia las mujeres, y la ley de protección social. “Pero la realidad es distinta. La participación política de las mujeres no llega al 20%. El acceso de la mujer a la sanidad y a la educación, desde la pandemia y el terremoto del Atlas se visibilizó su limitación y falta de cobertura. Y, por otro lado, muchas leyes están todavía sin activar, como la de la violencia contra las mujeres, además de apreciarse un aumento de casos, a los que hay que añadir la detección de otras violencias desde las redes sociales. Y la revisión actual de la Mudawana (Código de la Familia en Marruecos) tampoco responde a las expectativas de las asociaciones feministas como los derechos de las madres solteras. Además, el derecho penal marroquí todavía criminaliza las relaciones sexuales no matrimoniales, y las orientaciones sexuales hacia el mismo sexo o los transexuales. Por último, resalto que el acceso de las mujeres marroquíes al trabajo todavía no es fácil, y sobre todo en el ámbito rural…”
Nuestra compañera Jawhara Hajaj, representante de medicusmundi en Marruecos, nos explica que medicusmundi se alinea con los convenios internacionales, y las estrategias y programas nacionales de Marruecos. ”Apoyamos al Ministerio de Salud en su estrategia de la lucha contra la violencia de género(VBG) desde 2019, y llevamos 7 años desarrollando actividades de refuerzo de competencias a profesionales de salud en la lucha contra VBG. Además, trabajamos en proyectos de sensibilización a mujeres y hombres contra estas prácticas, fomentando las masculinidades positivas”. En cuanto al apoyo de la mujer en el entorno laboral, añade: “Para luchar contra la violencia y acoso en el ámbito laboral estamos trabajando en la elaboración de un protocolo contra el acoso moral y sexual desde el propio entorno laboral en diferentes empresas de Marruecos”.
Asia: disparidades regionales y emergencia de nuevos modelos
El sudeste asiático emerge con una legislación proteccionista: Filipinas implementó la Ley de Permiso Parental Extendido (2023) con 120 días de licencia remunerada, y Vietnam aprobó la Estrategia Nacional de Igualdad de Género 2025-2030 con metas vinculantes en participación económica. Taiwan se convirtió en 2024 en el primer territorio asiático en legalizar el matrimonio igualitario y la gestación subrogada. India aprueba la Enmienda Constitucional 128 (2023) que reserva el 33% de escaños parlamentarios para mujeres, mientras Pakistán estableció tribunales especializados en violencia de género en las 12 provincias. Estos avances fueron catalizados por movimientos como #MeTooAsia.
Pero también Asia concentra las mayores desigualdades: Afganistán eliminó en 2023 el Ministerio de Asuntos de la Mujer, restringiendo educación y empleo femenino. Yemen reporta el índice más bajo de participación política femenina. Si añadimos el apartado de brecha salarial en países del Golfo supera el 35% pese a leyes de igualdad, y en Japón solo el 18% de empresas japonesas cumplen con las cuotas de dirección femenina establecidas en 2022.
Desafíos de cara a Beijing+30
Para avanzar en la igualdad de género, los siguientes retos de cara a Beijing+30 exigen acelerar en los siguientes apartados, entre otros temas clave:
- Más dinero para la igualdad: según las Naciones Unidas, los gobiernos deberían destinar al menos el 15% de su presupuesto a programas que promuevan la igualdad entre hombres y mujeres.
- Leyes más justas y firmes: Es necesario hacer cambios en el sistema de justicia para asegurarse de que los delitos contra las mujeres no queden sin castigo.
- Falta enfoque en mujeres indígenas, afrodescendientes, con discapacidad o diversidad sexual.
- Uso de tecnología con enfoque de género: Empresas y gobiernos deben trabajar juntos para desarrollar tecnología que ayude a reducir las desigualdades entre hombres y mujeres, y eliminar la violencia digital.
- Compromisos que realmente se cumplan: Los países deben crear mecanismos para asegurarse de que cumplan con los acuerdos internacionales sobre igualdad de género.
La pandemia nos ha mostrado que, si no hay igualdad entre mujeres y hombres, la sociedad no puede recuperarse ni avanzar bien en tiempos difíciles. Desde 1995, la Plataforma de Beijing dejó claro que "los derechos de las mujeres son derechos humanos", y esa idea sigue siendo la base para construir sociedades más justas hoy en día. Ahora, cada vez más mujeres se levantan para ser agentes de cambio.
Fotografía: Roger Grasas