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Acceso al suministro esencial de agua en tiempos de COVID-19

Una de las medidas más efectivas probadas para prevenir el contagio del virus COVID19 es el lavado frecuente de manos y la limpieza de sus lugares de habitación. Sin embargo, la gran mayoría de la población salvadoreña no tiene acceso al agua para consumo humano y doméstico. En el décimo aniversario del reconocimiento de los derechos humanos al agua y saneamiento que acaba de celebrarse el 28 de julio la afirmación de que "el derecho humano al agua potable (...) está indisolublemente asociado al derecho al más alto nivel posible de salud física y mental" (Resoluciáon A/HRC/15/9 Consejo de Derechos Humanos de la NNUU) cobra más fuerza que nunca.

 

Una de las medidas más efectivas probadas para prevenir el contagio del virus COVID19 es el lavado frecuente de manos y la limpieza frecuente de sus lugares de habitación, sin embargo, como bien sabe la Asociación Comunitaria Unida por el Agua y la Agricultura (ACUA),con quien medicusmundi La Rioja trabaja desde hace años en proyectos de acceso comunitario al agua en comunidades del Departamento de La Libertad, la gran mayoría de la población salvadoreña no tiene acceso al agua para consumo humano y doméstico.

El Foro del Agua El Salvador y la Alianza Nacional para la defensa del Agua, de los que ACUA forma parte han presentado reiteradas denuncias debido al desabastecimiento de agua potable en las zonas más populosas de San Salvador (que alberga a más de 1.7 millones de personas), denunciando que en el marco de la emergencia no se han adjudicado recursos para garantizar que la mayoría de la población tenga abastecimiento de agua potable y de uso doméstico para la debida higienización de los hogares salvadoreños.

Por otro lado, los sistemas de agua comunitarios corren el riesgo de no poder ser atendidos por el personal de mantenimiento como consecuencia de las medidas del estado de excepción que ha estado viviendo el país, poniendo en riesgo el acceso al agua de un gran número de personas. Además, el gobierno salvadoreño no ha tomado en cuenta a las Juntas de Agua en la definición de mecanismos de apoyo al abastecimiento rural de agua potable en el marco de esta crisis, sino que entorpezca las actividades que realizan estas organizaciones para el autoabastecimiento de agua a las poblaciones rurales del país.

Desde el 27 de mayo y durante la primera semana de junio, El Salvador se vio afectado por el aumento de precipitaciones provocadas por la baja presión en la costa del océano Pacífico que evolucionó en la Tormenta Tropical Amanda y la posterior Depresión Tropical Cristóbal. Las inundaciones generadas por las lluvias en estos días y la fuerza de la misma han generado importantes daños en los sistemas de agua (rotura de tuberías de impulsión y distribución, equipos de bombeo y filtros dañados…). Entre las comunidades más afectadas se encuentran aquellas apoyadas desde hace más de 3 años por medicusmundi La Rioja en el Departamento de La Libertad, razón por la que se ha solicitado al Ayuntamiento de Logroño un proyecto de emergencia.

Las dificultades de acceso al agua vienen a agravar la situación de inseguridad que se vive en estas comunidades y el estrés psicológico que ha representado el confinamiento domiciliar primero y luego las limitaciones a la movilidad, porque el no disponer de agua obligará a la población a salir masivamente en su búsqueda, poniendo en grave riesgo su salud y arriesgándose a detenciones por incumplir las medidas excepcionales de libertad de circulación.

¡El agua es un derecho humano fundamental y estratégico para el desarrolla y clave para la lucha contra la expansión del COVID 19!, por tanto las actividades y personas que trabajan para garantizar el servicio de agua a la población rural merecen el respeto como trabajadores de actividades esenciales y el apoyo y garantía por parte de las instituciones civiles y militares para el cumplimiento de su labor.