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8M: «En Mali, la ley calla ante la costumbre, y se pisotean los derechos de las mujeres y las niñas»

El derecho consuetudinario prima sobre el derecho moderno, y las mujeres siguen desarrollando sus actividades bajo el control de los hombres. La escolarización de las niñas sigue viéndose limitada por matrimonios forzados y/o precoces, y la violencia de género no se denuncia. Nos habla la experta en género maliense y colaboradora de medicusmundi Maïmounatou Altini Yattara.

La mujer maliense está presente en todos los sectores del desarrollo. Se dedican a la agricultura y la transformación de alimentos, así como a su comercialización; al comercio, donde son lideresas en el campo de las microempresas. En las zonas rurales, las mujeres se dedican a la silvicultura, cortando madera para la venta o produciendo carbón vegetal. Recolectan fruta en los bosques. Crían ovejas, cabras y aves de corral. En la pesca, participan en la transformación y conservación del pescado, que generalmente capturan los hombres. En la artesanía, las mujeres son las pioneras en el teñido y la fabricación de diversos artículos. En el lavado de oro, las mujeres (en su mayoría jóvenes) y las niñas participan en el transporte del mineral desde la zona de extracción hasta la zona de procesamiento, la trituración, el cribado de la roca triturada, la venta de agua, alimentos y diversos artículos. Dirigen restaurantes en las zonas de lavado de oro. Muchas jóvenes se dedican a la hostelería y el turismo. En Koulikoro en particular, hay una presencia masiva de mujeres acompañadas de sus hijos en las orillas del río Níger en busca de ingresos mediante la extracción de arena y grava, una actividad fuertemente dominada por los hombres. Pues a pesar de la poderosa fuerza laboral femenina y de que la constitución maliense de 1992 proclama en su artículo 2 que: “Todos los malienses nacen y permanecen libres e iguales en derechos y deberes. Se prohíbe toda discriminación basada en el origen social, el color, la lengua, la raza, el sexo, la religión y la opinión política”, las mujeres siguen desarrollando su actividad bajo el control y supervisión de los hombres.

Maïmounatou Altini Yattara, feminista maliense y experta en el ámbito de la integración de la perspectiva de género, cree que a pesar de todo, en los últimos veinte años se han conseguido muchos logros para reforzar la lucha de las mujeres por la igualdad de género a nivel institucional, como la creación de un departamento para la promoción de la mujer, el niño y la familia, y diversos centros de autopromoción de la mujer; el Centro Nacional de Documentación e Información sobre la Mujer y el Niño; La Política Nacional de Género; el Programa Nacional de Lucha contra la Escisión; la ley de promoción de género en el acceso a las funciones nominativas y electivas; La creación del Fondo de Apoyo para el Empoderamiento de la Mujer y el Desarrollo del Niño; la creación de estructuras para las supervivientes de la violencia de género. Nos comenta que desde la llegada de la democracia en 1991, han ido surgiendo asociaciones de mujeres para promover sus derechos y su autonomía, y poco a poco, la movilización social para el reconocimiento y la lucha contra la violencia de género ha ido en aumento.

Maïmounatou resalta que con estos instrumentos se han logrado algunos avances en el ámbito de la salud y en la educación. Como cesáreas y tratamientos gratuitos para mujeres embarazadas y niños de 0 a 5 años. Como el aumento de las mujeres al acceso a los servicios de planificación familiar, y el número creciente de mujeres que conocen al menos, un método anticonceptivo. Como la mejora de la asistencia escolar de las niñas (aunque por la falta de seguridad en el país, ha vuelto a descender). Como la presencia progresiva de las mujeres en la enseñanza, en los órganos políticos de base como concejalas en ayuntamientos. «Pero una mejora que creo que tengo que destacar es el aumento de mujeres que acceden al crédito a través de la microfinanciación».

En la región de Koulikoro, desde medicusmundi trabajamos con el apoyo de Maïmounatou por su alto nivel de conocimiento y formación en temas de género, y por su compromiso con la igualdad de la mujer: “medicusmundi es un socio importante en la región de Koulikoro, ya que ha contribuido con la construcción de dos centros de formación para cursos con un enfoque empresarial en diversos campos de actividades. Estos centros están pensados para mujeres y niñas que han tenido que abandonar la escuela, y las permite aprender módulos formativos para incorporarse a un mercado laboral . Además, gracias a medicusmundi, las mujeres del pueblo de Mafeya disponen de un gran huerto bien equipado donde producen Moringa y hortalizas que venden para su autonomía financiera”.

La celebración del 8 de marzo es bastante festiva en África en general. Maïmounatou nos explica que en Malí la norma es llevar telas estampadas con el logo del 8 de marzo. En los pueblos, que son mayoría ya que Malí es rural en más de un 60%, el folclore sigue siendo el signo de esta celebración. En las ciudades, el Ministerio de Promoción de la Mujer, el Niño y la Familia y sus oficinas regionales organizan conferencias y debates. Durante este mes se celebran numerosos actos. Algunos socios, como las ONG, también celebran conferencias en pueblos y aldeas.

“Quiero dejar claro que las mujeres son el motor del desarrollo del continente porque realizan la mayor parte del trabajo de producción, transformación y comercialización. También se ocupan de la salud y el mantenimiento de todas las personas de la familia. Desgraciadamente, como el derecho consuetudinario prevalece, la mayor parte de las mujeres no hacen valer sus derechos. Yo, desde mi posición privilegiada de profesora universitaria contribuyo a la comprensión de la igualdad de género y a su consideración por los agentes del desarrollo rural. Realizo diagnósticos de género para que las partes interesadas comprendan las desigualdades con el fin de reducir las diferencias entre grupos sociales. Formo a muchos grupos de mujeres en diversos temas y aprovecho para explicarles sus derechos y darles estrategias que les permitan hacerlos respetar sin tener problemas sociales en sus comunidades".

 

Maïmounatou Altini Yattara es ingeniera agrónoma por la Universidad Laval en Canadá y profesora-investigadora en un gran instituto de formación e investigación aplicada donde enseña género, desarrollo y sociología. Al mismo tiempo, realiza estudios de género con socios internacionales y da conferencias de sensibilización. En medicusmundi coordina las formaciones de los cursos a mujeres y niñas.