El Tratado Pandémico, desde medicusmundi
Astelehena,26 maiatza 2025Primer Acuerdo Pandémico mundial ratificado el 20 de mayo de 2025, culminando así tres años de negociaciones en respuesta a las devastadoras consecuencias de la pandemia de COVID-19. Este acuerdo debería conducirnos hacia la actuación global conjunta más equitativa y coordinada jamás lograda para prevenir, prepararse y responder frente a las futuras crisis sanitarias del planeta.

Este es el primer Acuerdo Pandémico mundial ratificado el 20 de mayo de 2025, culminando así tres años de negociaciones en respuesta a las devastadoras consecuencias de la pandemia de COVID-19. Este acuerdo debería conducirnos hacia la actuación global conjunta más equitativa y coordinada jamás lograda para prevenir, prepararse y responder frente a las futuras crisis sanitarias del planeta. Ha sido ratificado por 124 votos/países a favor (siendo el mínimo 60), 0 en contra y 11 abstenciones (de las que alguna de ellas son francamente preocupantes). Estamos ante el primer paso, ya que será el año que viene, cuando se acuerde como va a funcionar el Sistema de acceso a patógenos y compartir los beneficios (PABS en inglés) cuando realmente sepamos hasta dónde habremos llegado con este Tratado. O sea, es un primer paso, pero no debe ser el último.
Este acuerdo establece principios fundamentales, mecanismos innovadores de intercambio de recursos y compromisos específicos para intentar garantizar que ningún país quede vulnerable ante futuras emergencias sanitarias, especialmente aquellos con menores recursos económicos
Prevenir, prepararse y responder mejor
Fruto del resultado de millones de muertes por la falta de acceso a vacunas, tratamientos, o diagnósticos para combatir el coronavirus, el principal objetivo del acuerdo es la prevención, la preparación y la respuesta coordinada. El compromiso de los Estados es asegurar una respuesta más equitativa y coordinada a nivel mundial, con especial atención a los países con menos recursos para que los productos sanitarios lleguen a quienes más los necesitan. El tratado establece un marco conceptual integral que abarca todo el espectro de la gestión pandémica, desde la prevención primaria hasta la respuesta de emergencia. Esto requerirá una coordinación internacional sin precedentes. Además, se limita el acaparamiento nacional de los productos sanitarios, promoviendo la transparencia y la coordinación internacional.
Enfoque “One Health”
El tratado reconoce la interconexión entre la salud humana, animal y ambiental como elementos fundamentales para la prevención de pandemias. Esta perspectiva es crucial considerando que la mayoría de las enfermedades infecciosas emergentes se transmiten de animales a humanos. Este enfoque representa un cambio paradigmático hacia la anticipación y prevención, en lugar de simplemente reaccionar ante las crisis.
Sistema Multilateral de Acceso a Patógenos y Reparto de Beneficios (PABS).
Este sistema prevé que los países que detecten virus con potencial pandémico deberán compartir las muestras y su secuencia genética, intercambiando información fundamental. A cambio, recibirán productos en forma de donación o a precios asequibles. Este sistema supone un cambio en la arquitectura de la salud global, con incentivos que fomentan la transparencia. Las compañías farmacéuticas que produzcan vacunas, tratamientos u otros productos a partir de esa información deberán firmar contratos con la OMS para suministrarle rápidamente el 20% de su producción en tiempo real, que será distribuida en función de las necesidades y nivel de riesgo de los países, especialmente de los más pobres. No obstante, aquí debemos hacer varias reflexiones, a pesar del enorme paso que supone que tengamos una herramienta que supere los intereses locales o comerciales. De ese 20%, solamente un 10% se debe proveer de forma gratuita, y el otro 10% en un precio “asequible” y lo más “rápidamente” que se pueda, unos conceptos difusos que pueda dar pie a interpretaciones muy diferentes. Por lo tanto, la OMS realmente dispondría de un 10% de los productos, para cubrir las potenciales necesidades de aproximadamente el 90% de la población del mundo, algo a todas luces insuficiente en caso de una pandemia que se propague tan rápido como la COVID 19.,
Compromiso de Equidad en el Acceso a Contramedidas Médicas
El tratado establece que, durante las pandemias, todas las personas deben tener acceso justo a medicinas, vacunas y tecnologías sanitarias, sin importar su nivel económico. Para lograrlo, se obligará a las farmacéuticas a reservar parte de su producción para una distribución equitativa coordinada por la OMS. Este mecanismo establece un sistema más justo que prioriza las necesidades sanitarias y los niveles de riesgo de las poblaciónes, pero como hemos dicho, es insuficiente.
Cadena de suministro y logística global
El tratado establece la creación de una cadena de suministro ampliando el número de países que puedan investigar y producir medicinas, vacunas y tecnologías sanitarias, no solo unos pocos. Para lograrlo, promueve compartir tecnología y conocimientos con países en Desarrollo, pero esto dpeende mucho de los inetreses privados, pues son las compañías farmacéuticas quienes tienen esas patentes. Es cierto que establece la posibilidad de saltar en esos momentos la legislación de las patentes, pero incluso así, es una tecnología que puede ser muy difícil de replicar en países dónde no tengan capacidades tecnológicas. También destaca la importancia de contar con personal de salud capacitado en todo el mundo, y establece compromisos para formar profesionales especializados que puedan responder mejor a futuras pandemias.
Fortalecimiento de los sistemas de Salud
El tratado incluye medidas específicas para la preparación y resiliencia de sistemas de salud, desde un enfoque integral. La preparación pandémica no puede ser efectiva sin sistemas de salud robustos que puedan mantener los servicios esenciales incluso durante crisis sanitarias. Este punto es esencial, pero para asegurar la equidad debe haber un claro fortalecimiento de los sistemas públicos de salud a todos los niveles, algo que va más allá del propio Tratado.
No cabe duda que este tratado global es un paso de gigante hacia una futura pandemia, pero no debe de ser el último. Desde medicusmundi celebramos el enfoque de “una sóla salud” concepto que desde nuestras filas llevamos unos años trabajando y concienciando sobre la necesidad de optimizar la salud de las personas, los animales y los ecosistemas con la colaboración de múltiples disciplinas que trabajen local, nacional y globalmente. También el Enfoque multisectorial, que reconoce que los factores ambientales, climáticos, sociales, antropogénicos y económicos, incluidos el hambre, la inequidad de género y la pobreza, pueden aumentar el riesgo de pandemias. Con este Tratado se procurarán tener en cuenta estos factores en la elaboración y aplicación de políticas, estrategias, y/o medidas pertinentes.
Hace falta saber cómo los países se van a comprometer con este Tratado, y cuántos recursos van a poner para su cumplimiento. Muchos Tratados anteriores no se han cumplido, y sería necesario que esta vez sea real. Pero hablamos en un momento en que el multilateralismo está en cuestión, y países como Estados Unidos ha salido de la OMS, lo que puede afectar a los resultados de este Tratado.
En resumen, este tratado establece una base común para fortalecer la cooperación internacional en la prevención, preparación y respuesta ante pandemias, con un enfoque en la equidad, la solidaridad y la ciencia. Su éxito dependerá de la voluntad política de los países y de la implementación efectiva de sus disposiciones.