Atención a mujeres embarazadas como empoderamiento colectivo
Astelehena, 1 iraila 2025Los derechos sexuales y reproductivos, y en este marco la elevada tasa de mortalidad materno-infantil, son áreas prioritarias del trabajo de medicusmundi norte en Mali. Y es que según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) la tasa de mortalidad materna se estima entre 325 y 562 muertes por cada 100 000 nacidos vivos en este país africano. Por esta razón nuestros esfuerzos se centran en reducir los riesgos sanitarios de mujeres embarazadas y menores del área de Koulikoro.

En el marco de este programa cada año son atendidas unas 200 mujeres embarazadas de entre 16 y 40 años de edad en Koulikoro y localidades vecinas (Gouni, Mafeya y Kayo), en Mali. Ocho años de trabajo continuado tienen sin duda un impacto positivo en estas comunidades que enfrentan retos importantes en materia de salud y mortalidad materno-infantil. Se estima que en el país menos del 50 % de las mujeres recibe atención prenatal, y solo alrededor de la mitad de los partos tiene lugar en centros de salud. Existen en el país severas disparidades geográficas y crisis de infraestructuras. La inseguridad -especialmente en el norte y centro del país- afecta gravemente al sistema sanitario. Se calcula que 1 de cada 4 centros de salud en esas zonas no funciona por falta de personal o recursos. Además, solo un 20% de los establecimientos sanitarios tienen acceso a agua limpia, lo que pone en riesgo la higiene durante el parto
Barreras económicas y culturales, y prácticas perjudiciales
Casi la mitad de la población vive bajo el umbral de la pobreza, lo que hace que los costes (directos e indirectos) de atención al embarazo, así como la debilidad de la cobertura sanitaria del país, hace que sean prohibitivos para las familias.
Pero existen además barreras de tipo cultural. El embarazo se percibe social y culturalmente como una obligación, y las mujeres valen lo que su capacidad para ser madres: por eso, la infertilidad puede llevar a su rechazo social o la estigmatización. En diversas comunidades se persiguen los valores religiosos o culturales que consideran el sufrimiento de la mujer en el parto como virtuoso, lo cual retrasa o impide decisiones de atención médica que se pueda considerar que atentan contra esos valores. De nuevo según la UNFPA, la mutilación genital femenina (MGF) alcanza una prevalencia del 94% al 95% en regiones del sur y suroeste del país, como Sikasso, Koulikoro y Kayes, lo que aumenta riesgos obstétricos y complicaciones durante el embarazo y el parto. En definitiva, casi 9 de cada 10 mujeres en Mali han sido sometidas a la MGF.
Un testimonio
Araba Traoré, en la imagen, es una de las beneficiarias del proyecto en este último año, y nos ofrece su testimonio. Procedimientos tan rutinarios como aquí son las cesáreas, salvan vidas. En su caso, de la mano del Ousmane Traoré, médico ginecólogo en el Centro de Salud Santa Clara, Araba relata como su bebé, nacido mediante cesárea a los siete meses pues venía de lado, tuvo que permanecer en una incubadora hasta alcanzar el peso adecuado. Tanto ella como su bebé están bien. Este no es un caso aislado, sino parte de una intervención más amplia en Koulikoro que busca la mejora de la atención a un sector de la población tan vulnerable como es el de las mujeres embarazadas.
El proyecto
Este programa tiene una dimensión formativa y otra específica de atención sanitaria, y su ejecución local corre a cargo de las Hermanas Franciscanas Misioneras de María Auxiliadora.
En su dimensión formativa, el proyecto incluye capacitación sobre diferentes materias como nutrición materna e infantil, sensibilización en torno a los peligros de la MGF, prevención y tratamiento de las Infecciones de transmisión sexual (ITS), planificación familiar, higiene personal, e implicación de los padres en el embarazo, la corresponsabilidad y la paternidad activa.
La atención sanitaria incluye análisis periódicos de cáncer de cuello de útero, analíticas durante el embarazo que permitirán un diagnóstico precoz de enfermedades del feto, provisión de medicamentos y seguimiento a las madres y a sus bebés, reconstrucción física de las mujeres que presentan los casos más graves de secuelas de la MGF
Medicusmundi norte impulsa este proyecto con el apoyo de los ayuntamientos de Santander, Oviedo, Gijón y Avilés, el Gobierno de Cantabria y el Principado de Asturias. En Mali, la desnutrición, la fragilidad de las infraestructuras sanitarias y la ausencia de apoyo gubernamental configuran un entorno donde la vida de las mujeres embarazadas y de sus hijos pende de un hilo. En Koulikoro hemos conseguido reducir la mortalidad materno-infantil en un 50%, pero todavía queda mucho por hacer. El desarrollo y la mejora de las condiciones de estas mujeres será eficaz en la medida en que se haga desde sus propias realidades y fuentes de sabiduría. El empoderamiento comunitario es clave en este proyecto, y que las mujeres tengan la capacidad, los recursos y la autonomía necesarios para tomar decisiones en materia de salud, gestionar iniciativas y liderar procesos que fortalezcan su bienestar, de acuerdo con sus propias prioridades, valores y aspiraciones.