Bolivia: Salud e interculturalidad se dan la mano
Asteazkena,11 otsaila 2015A finales de enero hemos tenido la oportunidad de conocer de primera mano el trabajo que medicusmundi está apoyando en Bolivia para conseguir que la salud llegue a todas las personas.
Nuestra visita se ha centrado en el norte del Departamento de La Paz, una zona montañosa en pleno altiplano, en la que hemos estado entre los 4.000 y los 4.500 metros de altura. Caminos difíciles y desplazamientos eternos, alargados por la lluvia, la nieve y el barro que nos han acompañado en la mayor parte de nuestros viajes. Un primer momento para la reflexión, pensando en lo que tiene que suponer para estas personas desplazarse a la ciudad de La Paz para ser atendidos en un hospital: Por ejemplo, desde Aucapata, se tardan nueve horas en coche, pero no es sólo el tiempo, es el poner disponer de un vehículo, el dinero, la barrera cultural de desplazarse desde una comunidad de 200 habitantes hasta una ciudad en la que viven 800.000 personas. Desde 2006 el Gobierno boliviano está trabajando desde la perspectiva de la SAFCI (Salud Familiar, Comunitaria e Intercultural) y medicusmundi está apoyando su puesta en práctica en los departamentos de La Paz y Cochabamba. La base de esta política es la participación social: Es decir, que sea la población la que decida cuáles son sus necesidades de salud para que eso quede integrado en los planes municipales, ya que los municipios en Bolivia tienen competencias y presupuesto para sanidad. Para conseguir todo esto se realiza un intenso trabajo previo, organizando reuniones con la comunidad para darles a conocer esta forma de trabajo y hacerla más consciente de sus derechos y elaborar planos y croquis de la comunidad que servirán al personal de los puestos de salud para ofrecer una atención más personalizada a la población y, sobre todo, más adaptada a su cultura y a sus creencias. Se marca dónde están cada una de las comunidades a las que atiende el puesto de salud, cuántas viviendas hay, cuántas personas viven en ellas, si tienen agua, luz, letrinas, cómo se alimentan… El objetivo, como decíamos, es poder ofrecer una mejor atención y, para ello, cuanto más datos se tengan, mejor. El siguiente paso, es que las familias acudan al puesto de salud a realizarse una revisión. Un objetivo primordial es conseguir poner de acuerdo a dos mundos aparentemente tan alejados como son el de la medicina tradicional y la medicina académica. En comunidades como Amarete y Caalaya, hemos podido comprobar como esto es posible: Médicos tradicionales o kallawayas trabajando en el centro de salud, laboratorios artesanales de medicina tradicional donde pueden elaborar sus medicamentos a base de plantas, y salas de parto adecuadas a las creencias y costumbres de la población son solo de algunos de los ejemplos de acciones que ya se han puesto en marcha. El resultado de todo esto es un mayor acercamiento de la población a los centros de salud, donde han aumentado las atenciones y, sobre todo, se puede realizar una medicina más basada en la prevención, luchando contra la enfermedad antes de que se produzca. Te invitamos a ver las fotos de nuestro viaje y a colaborar con medicusmundi para que podamos seguir haciendo realidad el sueño de que la salud sea un derecho al alcance de todas las personas.
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