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#DiarioDeABordoCoronavirus : Salió positivo

Eva Gutiérrez Pérez es doctora especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, trabaja en Urgencias extra-hospitalaria y es miembro de medicusmundi Sur y de su Junta Directiva donde ejerce su voluntariado como Secretaria de la asociación. Y este es su testimonio como una guerrera de primera línea en esta batalla contra el COVID-19, que ha dado positivo en su test y que está deseando recuperarse para volver a las trincheras.

Esta epidemia nos ha pillado de imprevisto...a pesar de que nos avisaron.

Pero estaba lejos, y el problema era de gente de otro país. Total, estábamos acostumbrados a cambiar de canal cuando salían las imágenes de la guerra de Siria, o los naufragios del Mediterráneo, o las masacres del Congo, Malí, Burkina... Ni nos inmutamos cuando el gobierno griego impidió hace poco desembarcar en Lesvos a cientos refugiados: un niño de esa barca murió ahogado justo enfrente del aeropuerto, a pocos metros de la costa. No sentimos el dolor de sus padres, no fuimos compasivos con su miedo....

Pocos días después todos somos refugiados en la seguridad de nuestros hogares. Y tenemos mucho miedo por perder a nuestros seres queridos, en especial a nuestros padres.

Soy médico de familia, trabajo en Urgencias extra-hospitalarias. Me tocó enfrentarme  al virus en mi ciudad de origen.  Ir de casa en casa en ambulancia para atender a  personas asustadas, enfermas, solas... Tragarme las lágrimas cuando comunicas a un familiar que tal vez su madre tenga la enfermedad, y estalla en un gemido de dolor... Y llegas sería, detrás de una mascarilla, una bata, y unas gafas, tratando de seguir protocolos, con miedo a no adquirir el virus y mucho menos a transmitirlo, y tras valorar a ese abuelo al que le cuesta respirar, descubres que más que una botella de oxígeno, lo que necesita es un poco de humanidad en la asistencia, y les regalas unas palabras de consuelo, un apretón de manos con el guante, y la mejor de tus sonrisas a través de la mascarilla...la mejor medicina en esos momentos… lo aprendí en los campos de refugiados de Tesalónica y de Lesvos: repartir paracetamol con amor, sin pensar que voy a salvar el mundo, con la humildad de ser un médico de familia que se debe  a sus pacientes.

Después de días de tensión, una llamada de mi coordinador de Urgencias: debo permanecer en aislamiento porque mi compañero ha comenzado con fiebre y tras realizarle el test, ha dado positivo.

Días de incertidumbre y reflexión en la seguridad de mi hogar

Una prueba, un resultado: si sale negativo bien porque no tengo la enfermedad pero vuelvo a trabajar y otra vez a cargar la pistola de la ruleta rusa. Pero un positivo puede ser malo por miedo a que en cualquier momento dejes de respirar o lo haga la persona que amas y que tienes a tu lado en estos difíciles momentos...o bueno, porque durante unos días dejarás la calle, dejarás de sumar carga vírica y carga emocional. Salió positivo.

Siete días ya tras el contacto y sigo fuerte... Ojalá pronto mi nuevo test sea negativo y pueda volver inmune a la calle a repartir más “paracetamol".

Un mensaje a todos mis compañeros: " No dejéis de sonreír tras la mascarilla"