Una década después de su nacimiento, Kallpawawa que en quechua significa 'superalimento para bebés', está ayudando como pocos a combatir la desnutrición entre niños en el municipio de Caripuyo, Potosí. La Kallpawawa está compuesta de trigo, arvejas o guisantes, maiz y charque (carne deshidratada) de llama. Se prepara con agua o leche hervida. Se trata de un alimento complementario destinado a menores y tiene la ventaja que se produce localmente en el mismo municipio. Un 'milagro' que desde medicusmundi contribuimos con fondos de cooperación española. Hasta 240 familias están implicadas directamente en el proyecto. Y la desnutrición en noños menores de cinco años ha caido a menos de la mitad que cuando todo arrancó.

Especial importancia tiene una papilla tan autóctona en un país donde el índice de pobreza extrema se sitúa en 11,1 con datos de 2021. Pobreza que se ceba especialmente en la población indígena, en las mujeres y en la infancia que viven en las zonas rurales fundamentalmente.

En este contexto y actualmente agravado por la postpandemia, la crisis climática y alimentaria, Bolivia se enfrenta a una grave crisis económica. Según el centro de desarrollo laboral y agrario, la pobreza se ha agravado, y la tasa de desempleo ha subido de 4.2% a 7,4%.

En el Departamento de Potosí donde medicusmundi desarrolla proyectos, aproximadamente el 10% de las pequeñas empresas están sufriendo las consecuencias y buscan cómo reactivar su economía. 

Desde hace más de una década, la apuesta por el nuevo superalimento está participada y promovida por las autoridades del municipio de Caripuyo, uno de los más deprimidos del Norte de Potosí y que contaba hasta entonces con los indicadores sociales y de inseguridad alimentaria más alarmantes. Los ingredientes para el acierto incluían apuesta por el desarrollo económico local, inversión en un alimento capaz de ayudar a salir de la desnutrición a sus propios habitantes y hacerlo con productos exclusivamente locales y recuperando los hábitos culturales alimentarios de la zona.

Kallpawawa o el súperalimento para bebés

El nombre fue escogido por un grupo de familias en el que participaron madres, padres y autoridades locales, que fueron sumando productos a su alcance para lograr el superalimento: trigo, arvejas o guisantes, maíz y charque (carne deshidratada) de llama, a lo que se añade agua o leche hervida. Un alimento complementario destinado a niños menores de dos años.

La Kallpawawa se creó en 2007, y en 2011 empieza su funcionamiento como pequeña industria local. Desde medicusmundi comenzamos a apoyar este proyecto en el año 2019 con fondos del Ayuntamiento de Pamplona, de Teruel y la Diputación de Zaragoza. Y ha sido este año 2022 cuando se ha constituido legalmente como empresa, la Empresa Pública Municipal Kallpawawa gracias a la financiación y del Ayuntamiento de Pamplona. El resultado final ha sido la firma de un convenio entre el Departamento de Salud y el Gobierno de Potosí para la distribución de la Kallpawawa a más de 200 familias con hijas e hijos menores de dos años desde los centros de salud.

Nuestro compañero y responsable del proyecto de Kallpawawa “Desnutrición cero, alimentación saludable” en Bolivia, Neyl Ojeda nos comenta: ”Con la producción y comercialización de la Kallpawawa a otros municipios del Departamento de Potosí, el Gobierno Autónomo Municipal de Caripuyo genera mayores ingresos propios que servirán para ejecutar proyectos de desarrollo económico local. A su vez, las organizaciones productivas incrementan la producción de materia prima para la comercialización a la empresa Municipal Kallpawawa... Hemos conseguido consolidar la producción de Kallpawawa como alternativa económica clave para el municipio de Caripuyo con el apoyo de la Cooperación Internacional. Esta iniciativa emplea a más de 240 familias directa o indirectamente. Y se ha logrado, no sólo la seguridad alimentaria entre la población, sino también la soberanía alimentaria”.

Son muy variadas las actividades que se generan en torno a su producción. Desde talleres dirigidos a organizaciones de productores, a estudios y elaboración de planes de negocio, a proyecto para la construcción de un matadero municipal, participación en ferias, cursos de formación de gestión empresarial, administración y financiera, etc. Esperamos que esta iniciativa sirva de ejemplo a otros municipios, para que produzcan sus propios alimentos complementarios y dinamicen así la economía local.

Logro en la lucha contra la desnutrición en Caripuyo

Pero el dato más importante es que Caripuyo antes tenía un 53% de desnutrición en menores de cinco años, y con el suplemento Kallpawawa ya en 2015, en sólo seis años, bajó a un 24%. Sabemos que ha seguido disminuyendo la desnutrición infantil, aunque no hay cifras oficiales todavía.

A nivel de control sanitario, hacemos un seguimiento de la población. Para ello utilizamos un Software de Atención en Salud al Individuo, Familia y Comunidad, y hacemos visitas de control a menores en situación de riesgo, y desarrollamos sesiones educativas sobre género, lactancia materna exclusiva, desnutrición y desarrollo infantil, así como campañas de promoción de la alimentación saludable y supervisión y monitoreo trimestral a los establecimientos de salud, por parte del responsable Municipal de Salud y de los Programas de Salud.

El hambre oculta

“En Bolivia durante los últimos años se han desarrollado programas para mejorar la salud integral y el estado nutricional de las niñas/os más vulnerables con especial atención a la alimentación en menores de dos años para aprovechar así ‘la ventana de la oportunidad’ o el momento más importante para su desarrollo físico y mental. Los resultados han sido un pequeño logro al reducirse ligeramente la desnutrición crónica a través del Programa Multisectorial Desnutrición Cero (PMDC), con el objetivo de reducir y revertir a medio plazo las tasas de desnutrición crónica que alcanzan a cuatro de cada 10 niñas menores de 5 años en áreas rurales” nos informa Neyl. De igual manera, este programa aspira a combatir la carencia de micronutrientes entre la población infantil, también conocida como el hambre oculta, según la definió la OMS, y que desemboca en problemas de crecimiento y cognitivos. Y es que la anemia entre la niñez menor de 5 años alcanza a cinco de cada 10 menores en el nivel nacional, llegando a afectar a casi seis de cada 10 en las áreas con mayor inseguridad alimentaria.

Nuestro socio local del proyecto es Medicus Mundi Delegación Bolivia, que lleva trabajando desde el año 1988 y cuenta con una larga trayectoria de trabajo en proyectos de fortalecimiento institucional y Desarrollo Económico Local.