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Mientras España endurece las penas contra la Mutilación Genital Femenina, en Canarias se detecta un repunte alarmante de 72 casos

En España, los esfuerzos por combatir la Mutilación Genital Femenina han cobrado nueva fuerza entre 2024 y 2025. Pero pese a que se han endurecido las penas, en Canarias durante 2024 ha habido un repunte alarmante, con 72 casos detectados por el Servicio de Salud de Canarias.

 La mutilación genital femenina (MGF) sigue siendo una de las violaciones de derechos humanos más extendidas y silenciadas del mundo. Aunque su práctica ha sido prohibida en numerosos países, su erradicación enfrenta serios desafíos debido a la persistencia de normas culturales y la falta de concienciación en algunos sectores.

En España, los esfuerzos por combatir la MGF han cobrado nueva fuerza entre 2024 y 2025. Pero pese a que se han endurecido las penas, en Canarias durante 2024 ha habido un repunte alarmante, con 72 casos detectados por el Servicio de Salud de Canarias.

España: preocupante aumento de casos en Canarias y el avance legal

En España, la MGF está considerada una forma de violencia de género y se encuentra penalizada en el Código Penal. La otra cara de la moneda se está viendo en las islas canarias. En el pasado año, 2024, se ha detectado un repunte de 72 casos. Y la gran preocupación a su vez de que 5.000 mujeres y niñas pueden estar en riesgo en las islas. El nuevo fenómeno que asoma en esta comunidad autónoma, con una creciente población migrante proveniente de países donde la MGF sigue siendo una práctica habitual, ha encendido las alarmas en organizaciones de derechos humanos y autoridades sanitarias.

Según las declaraciones en Canarias 7 de Yaiza Schamann, ginecóloga y técnica de la Dirección General de Programas Asistenciales del Gobierno de Canarias, «La mutilación genital femenina es difícil de detectar y, por tanto, no tenemos datos reales. No nos consta que se haya realizado en las islas, sino en los países de origen, y se detecta cuando las migrantes llegan aquí». Según comenta la propia Schamann, las mujeres susceptibles de sufrir esta intervención proceden en su mayoría de Senegal, Mauritania, Nigeria, Guinea, Guinea-Bissau, Ghana, Mali y Sierra Leona.

Nos explica que nos enfrentamos a dos perfiles diferentes: las que llegan ya mutiladas, y las menores que todavía no las han mutilado, pero corren el riesgo de serlo cuando sus familias las lleven aprovechando algún viaje de vuelta. Estos viajes son peligrosos, ya que aún demasiadas familias las presionan para que les practiquen esa ablación. El Servicio Canario de Salud tiene un protocolo que obliga a los padres y madres o tutores/as a firmar un documento donde se comprometen a que no sea sometida a esta práctica. Además, el Sistema Canario de Salud tiene atención ginecológica y obstétrica para las mujeres migrantes y está elaborando una tercera guía para la atención sanitaria de la población migrante adulta.

En paralelo, España endurece las penas contra la MGF y da un nuevo paso en la lucha contra esta brutal práctica. A partir de enero de 2025, los juzgados de violencia de género asumen nuevas competencias, incluyendo los casos de MGF, matrimonios forzosos y trata con fines de explotación sexual. La reforma legal ya vigente pretende garantizar una respuesta más eficaz y rápida para las víctimas. Las penas por practicar o facilitar la MGF oscilan entre los seis y 12 años de prisión, y las personas responsables pueden perder la patria potestad de las menores afectadas. Además, se establece la persecución del delito, aunque la mutilación se haya realizado fuera del territorio español.

La situación mundial: un problema global con testimonios desgarradores

A nivel mundial, la MGF sigue afectando a más de 230 millones de mujeres y niñas, según datos recientes de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En muchos países africanos, asiáticos y de Oriente Medio, esta práctica persiste a pesar de los esfuerzos gubernamentales por erradicarla. Sin embargo, en 2024 se han registrado importantes avances:

                 Gambia y la defensa de los derechos adquiridos

Gambia es el país que amenazaba con convertirse en el primero del mundo en despenalizar la ya penalizada mutilación genital femenina Finalmente, se ha paralizado la ley que pretendía dar marcha atrás y volver a legitimar la ablación. En julio de 2024, Gambia reafirmó su prohibición sobre la MGF, tras un intento de revocar la ley que la ilegalizó en 2015. Organizaciones feministas y defensoras de derechos humanos se movilizaron para evitar que el Parlamento diera marcha atrás, logrando finalmente que la prohibición se mantuviera. Para muchas mujeres gambianas, como Fatou Jallow, esta decisión fue una victoria. "Yo sufrí la mutilación cuando era niña, sin posibilidad de decidir sobre mi cuerpo. Ahora lucho para que ninguna otra niña tenga que pasar por lo mismo", declaró Fatou a medios locales.

               El caso de Kenia: el arte como resistencia

En Kenia, Sara Sori, una joven de 24 años ha convertido su historia en una forma de concienciación. A través de sus pinturas, expresa el dolor físico y emocional que le provocó la MGF, buscando educar a su comunidad y sensibilizar a las nuevas generaciones.

               Colombia y el reconocimiento de la problemática

En América Latina, Colombia ha iniciado un debate legislativo para prohibir la MGF, un problema que afecta especialmente a comunidades indígenas. Lideresas como Juana Yucuna han alzado la voz para que se reconozca la existencia de esta práctica y se adopten medidas de protección para las niñas en riesgo. "No podemos seguir permitiendo que nuestras niñas crezcan con miedo y dolor. La cultura no debe estar por encima de los derechos humanos", afirmó en el Congreso. Erradicar la mutilación genital femenina en Colombia es un compromiso conjunto con las comunidades indígenas. El proyecto de ley no solo busca prohibir esta práctica, sino transformar culturalmente y proteger los derechos de las niñas emberas que aún sufren la ablación.

               Liberia suspende la mutilación genital femenina hasta 2025

En febrero de 2022, el Gobierno de Liberia, en colaboración con líderes tradicionales, anunció una suspensión temporal de la mutilación genital femenina (MGF) por un período de tres años, extendiéndose hasta 2025. Esta decisión se logró mediante un acuerdo con las líderesas de la sociedad secreta femenina conocida como Sande, responsable de llevar a cabo estas prácticas en gran parte del país. El Gobierno de Liberia se ha comprometido a promulgar leyes para abolir la MGF y a implementar medidas que prohíban esta práctica. Sin embargo, hasta la fecha, no se ha establecido una legislación específica que criminalice la MGF en el país. Y estamos pendientes de la finalización de esta moratoria en este 2025 y su avance hacia la erradicación total de la MGF.

                Etiopía: acabar con MGF en 2025 (con la ayuda de medicusmundi)

En 2024, Etiopía intensificó sus esfuerzos para erradicar la mutilación genital femenina (MGF) abordando tanto las raíces culturales de la práctica como fortaleciendo el marco legal y de apoyo a las víctimas. Objetivo: eliminar esta práctica para 2025. Aunque la MGF está prohibida en el país desde 2004, su prevalencia sigue siendo alta, especialmente en regiones como Afar y Somalí, donde afecta a nueve de cada 10 mujeres, según la AECID.

Desde medicusmundi junto a nuestra organización socia etíope Pastoralis Concern y las autoridades locales impulsamos talleres de sensibilización que abarcan a más de 4.000 mujeres rurales en la región somalí. En ellos participan no sólo mujeres, sino también hombres de la comunidad, líderes tradicionales, profesorado y otro tipo de perfiles que forman parte de la vida pública de las comunidades. También los líderes religiosos forman parte de las campañas de sensibilización y que utilizan su posición de liderazgo para fomentar la reducción de la práctica. Normalmente, estos líderes han participado con anterioridad en talleres de sensibilización sobre la materia.

Las mujeres se organizan en comités para sensibilizar a las comunidades más remotas sobre el tema. Además, si hay algún caso de riesgo, estas mujeres cuentan con sistemas de referencia con los que denunciar el caso a las autoridades locales a través de la Oficina de las Mujeres, desde donde se activan los mecanismos de prevención. 

La alternativa económica y como proyecto de vida que se ofrece a las mujeres que practican la circuncisión es un carro con un burro (teniendo en cuenta que son originariamente pastoralista, es decir, son nómadas y viven del pastoreo) tras recibir una formación específica sobre violencias contra las mujeres. Estas mujeres se comprometen a abandonar la práctica y a participar en las campañas de sensibilización contra la MGF. Este 2024 hemos trabajado con 37 antiguas practicantes de MGF.

La importancia de la concienciación y la acción

La MGF es un problema global que requiere una respuesta coordinada entre gobiernos, organizaciones y sociedad civil. Si bien la legislación es clave para su erradicación, la educación y la sensibilización juegan un papel fundamental para cambiar las mentalidades y erradicar la práctica desde su raíz. Desde medicusmundi tratamos de cambiar la percepción social de una práctica lesiva como la MGF a sabiendas de que nos encontraremos con mucha resistencia por parte de la sociedad.

El testimonio de mujeres como Fatou Jallow, Sara Sori o Asha Ismail son un recordatorio del impacto devastador de la MGF, pero también de la fuerza y resistencia de quienes luchan por un mundo libre de violencia. La erradicación de la MGF no es solo una responsabilidad de los países donde se practica, sino un compromiso global con los derechos humanos y de todas las mujeres y niñas.