7 de abril, Día Mundial de la Salud: El desafío de la educación sexual integral
Martes, 7 abril 2015En breve, desde Medicus Mundi Gipuzkoa se hará público un informe elaborado junto con el Movimiento Manuela Ramos de Perú y la Fundación Desafío de Ecuador, en el que se hace balance de las políticas puestas en marcha en sus respectivos contextos y en referencia al Programa de Acción aprobado en la IV Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo, celebrada en El Cairo en 1994 y en la que se trataron por primera vez cuestiones relacionadas con los derechos sexuales y derechos reproductivos.
Las tres organizaciones redactoras del informe, que trabajamos en diversos proyectos conjuntos a favor de estos derechos, hemos querido extraer una serie de conclusiones que evidencian que muchos de los retos que se deben afrontar en adelante respecto a los derechos de las mujeres son comunes en todo el mundo. Entre las muchas medidas que deben afrontar los países a la hora de centrar sus esfuerzos, las tres organizaciones han prestado especial importancia a la necesidad de poner en marcha una educación sexual integral .
Las tres organizaciones redactoras del informe, que trabajamos en diversos proyectos conjuntos a favor de estos derechos, hemos querido extraer una serie de conclusiones que evidencian que muchos de los retos que se deben afrontar en adelante respecto a los derechos de las mujeres son comunes en todo el mundo. Entre las muchas medidas que deben afrontar los países a la hora de centrar sus esfuerzos, las tres organizaciones han prestado especial importancia a la necesidad de poner en marcha una educación sexual integral.
Los avances científicos han modificado los tradicionales conceptos de salud, y ésta ya no es solo la ausencia de dolor y enfermedad, sino que tiene un enfoque más amplio y global que incluye también una dimensión sexual y afectiva. En ese sentido, la salud sexual se ha definido como un estado de bienestar físico, emocional, mental y social relacionado con la sexualidad y no simplemente con la ausencia de afecciones, disfunciones o enfermedades.
La salud requiere un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y las relaciones sexuales, así como la posibilidad de gozar de experiencias sexuales agradables y seguras, exentas de coacción, discriminación y de cuidar nuestra salud, vivir nuestra sexualidad de manera positiva, responsable y con respeto a los demás, para lo cual debemos ser conscientes de nuestras necesidades y derechos; algo que solo es posible si recibimos una educación sexual de carácter integral desde las primeras etapas de la educación y durante todo nuestro itinerario formativo. Para ello, la escuela debería fomentar el pensamiento crítico del alumnado en torno a las diversas expresiones de la sexualidad humana y de las relaciones interpersonales, sin reducir el tema a un abordaje biológico de la reproducción.
Abordar un a educación sexual integral resulta de extrema importancia ante amenazas como las ETS (Enfermedades de Transmisión Sexual) o los embarazos adolescentes, especialmente para quienes viven situaciones de especial vulnerabilidad, como las mujeres y las niñas expuestas a violencia de género, o las personas con escasos recursos económicos. Lo contrario; la falta de información científica, seria y oportuna, lleva precisamente a vivir situaciones de riesgo, algunas de las cuales acaban muchas veces en conflictos familiares, deserción escolar, abortos o las ya citadas infecciones de transmisión sexual.
Queramos admitirlo o no, la sexualidad empieza a manifestarse desde el nacimiento, por lo que lo deseable es plantearse no si es o no necesaria, sino si queremos que siga siendo tabú y seguir guardando silencio o es preferible aceptar el desafío de educar integralmente a nuestros niños, niñas y jóvenes. Los gobiernos, en este punto, deben asumir su responsabilidad como garantes de derechos y desarrollar legislaciones y medidas que más pronto que tarde garanticen la implementación de la educación sexual integral en los sistemas educativos.
Mónica Míguez, medicus mundi gipuzkoako kidea