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El Plan de Acción Global o como contrarrestar la ineficacia en Salud

La Organización Mundial de la Salud  ha creado en  un "Plan de Acción Global para una vida sana y el bienestar para todos" (GAP, Global Action Plan) junto con once socios globales. El objetivo es coordinar las iniciativas sanitarias para que trabajen de forma conjunta.

El plazo para alcanzar los ODS está muy adelantado, pero el progreso actual dista mucho de ser satisfactorio. El ODS 3, cuyo objetivo es "garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos y a todas las edades", no podrá alcanzarse hasta 2030 desde la perspectiva actual. El mantenimiento de la situación actual no bastará para lograr cambios importantes.

Esta cuestión también fue reconocida por los gobiernos de Alemania, Ghana y Noruega. En abril de 2018 exigieron a la OMS soluciones para acelerar el proceso hacia el ODS 3. El objetivo principal era mejorar la cooperación entre los distintos actores del panorama de la salud. La OMS debía dirigir el proceso y, al mismo tiempo, reforzar la labor de su mandato básico, a saber, coordinar la salud mundial.

Muchos de nosotros aprobamos firmemente esta iniciativa, ya que hemos criticado durante mucho tiempo la fragmentación del sector sanitario, así como la débil posición de la OMS. Hace 17 años se fundaron el GFATM (Fondo Global contra el SIDA, Malaria y Tuberculosis)  y Gavi ( Alianza mundial para vacunas e inmunización)  y desde entonces, se han establecido unas 100 iniciativas sanitarias, que funcionan principalmente de forma paralela en lugar de conjunta. Esto lleva a una pérdida de eficiencia y posibles sinergias, además los países soportan altos costos de transacción.

Para contrarrestar este proceso, la OMS ha creado un Plan de Acción Global para una vida sana y el bienestar para todos (GAP, Global Action Plan) junto con once socios globales. El lanzamiento oficial tuvo lugar en Berlín en octubre de 2018. Un año después de su constitución, está previsto que el último plan de Acción Global se presente en la Reunión de Alto Nivel de las Naciones Unidas, en septiembre de 2019. En consecuencia, ahora mismo estamos en medio del desarrollo del plan.

Qué significa el Plan de Acción Global

Es una pregunta bastante compleja ya que todo el proceso no ha sido lo suficientemente transparente. La información más reciente en la web de la OMS data de diciembre de 2018. Esto es alarmante, teniendo en cuenta el hecho de que sólo quedan seis meses para finalizar el Plan de Acción Global. Las consultas con diferentes actores, por ejemplo, gobiernos y representantes de la sociedad civil, deberían de haberse planteado antes de acuerdo con el calendario oficial.

Esta parece ser una de las razones por las que hasta ahora el Plan de Ación Global -GAP- no ha tenido en cuenta la relación con los problemas locales. Mientras que los países de todo el mundo subrayan que la falta de personal sanitario es una de las principales razones por las que no se logrará el ODS 3, este aspecto apenas se tiene en cuenta a la hora de impulsar el Plan de Acción Global, a pesar de ser uno de sus pilares.. La OMS también detectó la crisis de la escasez de los trabajadores de salud que ya había definido como uno de los pilares de los sistemas de salud,. Sin embargo, las causas subyacentes de la brecha de los trabajadores de la salud -por ejemplo, la falta de educación y empleo, la migración relacionada con el trabajo y la llamada fuga de cerebros- no han sido abordadas de manera adecuada por los socios sanitarios. Por lo tanto, las ONG recomendaron que se añadiera a los Trabajadores Sanitarios como activadores del Plan de Acción Global, cosa que no se había tenido en cuenta hasta ahora.

Creemos que también sería prudente integrar a las organizaciones de la sociedad civil sin ánimo de lucro en el desarrollo del Plan de Acción Global desde el principio. Muchas de ellas están trabajando en el sector sanitario por todo el mundo. Y en contextos frágiles o zonas de difícil acceso, a menudo son los únicas. Pueden aportar su amplia experiencia en la coordinación de los gobiernos con las instituciones privadas y pueden asegurar que las soluciones se hagan a favor del interés público. Quienquiera que eche un vistazo a los firmantes del GAP se dará cuenta rápidamente de que muchos de ellos forman parte o colaboran estrechamente con la filantropía empresarial, así como con la industria farmacéutica. Por lo tanto, tal medida podría ser razonable. Sin embargo y a pesar de que  las ONG han ofrecido su apoyo y experiencia no han sido tenidas en cuenta.

Algunos incluso consideran el Plan de Acción Global como una prueba de fuego para la OMS. Al igual que muchas organizaciones de las Naciones Unidas, tiene que hacer frente a una crisis financiera que arrastra desde hace muchos años. Las contribuciones básicas de sus Estados miembros se han estancado desde hace bastante tiempo y el presupuesto básico no es suficiente para desarrollar las prioridades del programa. Sólo las donaciones voluntarias de donantes no gubernamentales, que representan actualmente el 80% del presupuesto total de la OMS, garantizan la capacidad de acción de la Organización. Todos los asociados en el Plan de Acción Global menos uno son simultáneamente donantes de la OMS. Esto coloca a la OMS en un clásico conflicto de intereses. Sigue siendo dudoso que pueda cumplir realmente su mandato de ser una instancia superior de coordinación o que tenga que maniobrar entre los diferentes intereses particulares de los actores.

Cómo hacer que el Plan de Acción Global  vaya en la dirección correcta.

En este momento todavía existe la posibilidad de retomar  el Plan de Acción Global en la dirección  correcta. Durante la próxima Asamblea Mundial de la Salud, el Plan  y su consecuente proceso será el centro del debate. La OMS debe actuar ahora y llevar la iniciativa con el apoyo de sus Estados miembros. Debería reunir a todos los actores, discutir de forma transparente los diversos intereses y también los intereses en conflicto y encontrar una base común. Sólo así el resultado puede ser un plan de acción viable.

 

Por cortesía de Mareike Haase, Asesora de Salud Pan para el Mundo, y de Hannah Eger, B.Sc. Health Communication University Bielefeld para el Proyecto G2H2 (http://g2h2.org/posts/global-action-or-dissatisfaction)