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8M,Odette Nyiramana y la ‘revolución igualitaria’ de las 414 mujeres gracias a las cooperativas

La experiencia de Odette Nyiramana y la gran transformación que en su vida y en la de 414 mujeres han tenido siete cooperativas rurales impulsadas por medicusmundi en Ruanda, que incluyen clubes de higiene. “Gracias a las cooperativas, ahora conocemos y entendemos nuestros derechos”.

 

A partir de 2010, medicusmundi pone en marcha cooperativas de mujeres en Ruanda. Hoy se encuentran en los sectores de Karama, Kayenzi, Ngamba, Runda, Gacurabwenge y Rugalika, en la región de Kamonji. Desde sus inicios, las mujeres cooperativistas se posicionaron como protagonistas del cambio, y comenzaron su andadura en el seno de los centros de atención nutricional a los que acudían con hijas e hijos que presentaban malnutrición aguda o severa. Desde entonces, mucho ha cambiado su situación. Y esto no se refleja únicamente en el hecho de que actualmente ninguna familia presenta casos de malnutrición, sino que ahora ellas cuentan con una serie de herramientas que han ido adquiriendo a lo largo de este proceso. Su aprendizaje engloba la mejora de sus conocimientos nutricionales, la alfabetización funcional, el aprendizaje de técnicas agrícolas, ganaderas y artesanas, o las tareas de gestión y resolución de conflictos.

Odette NYIRAMANA es la presidenta de una de las cooperativas y también la animadora del Club de Higiene dentro del proyecto TUBEHO NEZA: “En la cooperativa hemos participado en muchas formaciones y talleres en diferentes ámbitos. Por ejemplo, formaciones sobre gestión de la agricultura, horticultura, pequeña ganadería, costura, etc. que nos ayudan a mejorar y sacar partido a todos nuestros trabajos”. Odette nos explica que su participación también se enfoca en formaciones que les han ayudado a avanzar como personas y mejorar su nivel de vida, como es el caso del taller sobre equilibrio y promoción de género, el taller sobre derechos humanos, el taller sobre resolución de conflictos o el taller sobre nutrición infantil. Y añade:” Actualmente, por ejemplo, trabajamos en un proyecto de promoción sobre la higiene y el saneamiento. Y entre las actividades planificadas se encuentran los Clubs de Higiene, los talleres de formación sobre higiene y saneamiento, o sobre la fabricación de jabones y Sanplats, entre otras iniciativas”.

Estas mujeres han mejorado en muchas áreas a lo largo de su trayectoria. Muchas de ellas señalan que no sabían leer ni escribir antes de pertenecer a las cooperativas, debido a las condiciones de pobreza o a la discriminación sobre el derecho a la educación que sufrían. Ahora, tras mucho esfuerzo personal, todas ellas son capaces de acceder a información antes oculta, incluso muchas se han convertido en maestras.

También se sienten más respetadas en sus hogares y consideran que la percepción que de ellas tenían las y los miembros de sus familias ha mejorado y se les valora mucho más que antes, se sienten integradas en sus hogares.

Odette nos cuenta que ahora también respetan sus derechos: “En la cooperativa hemos participado en formaciones sobre derechos y sobre igualdad entre mujeres y hombres, ahora vemos dónde y cuándo no se respetan, y entonces podemos dar nuestra opinión. También hemos avanzado mucho en la participación activa y voluntaria de la toma de decisiones sin ninguna discriminación, lo que es un gran paso para las mujeres en esta zona”. De hecho, algunas mujeres de las cooperativas son líderes a nivel comunitario, como la responsable de salud de la comunidad, o la líder de la ISIBO (organización comunitaria de los pueblos), así como la líder de las mujeres a nivel de sector o de región.

Por supuesto, la independencia económica ha ayudado mucho en este sentido. Odette explica: “Las cooperativas han hecho aumentar los ingresos para nuestras familias. Esos ingresos nos ayudan a mejorar nuestro estilo de vida, es decir, pagamos la Mutuelle de Sante (acceso a asistencia sanitaria básica), podemos comprar ropa y zapatos, comprar algunos materiales y equipos en la casa y también pagar las cuotas escolares, por ejemplo”.

Las 7 cooperativas rurales de Kamonyi en Ruanda se constituyen como plataformas centradas en las personas. A través de ellas se permiten la puesta en común de activos, habilidades y fortalezas para satisfacer colectivamente las necesidades de las miembros y, de este modo, construir un futuro en común y favorecer el desarrollo de las generaciones venideras. Se han convertido en un espacio de solidaridad y ayuda mutua que persigue el desarrollo colectivo a través de la explotación racional de los bienes comunes, como los campos de cultivo, las máquinas de coser, los invernaderos modernos, los talleres de artesanía, pero también de los aprendizajes adquiridos y la sororidad organizada en torno a las mismas.

Por Ana Martín Aransay (cooperante de medicusmundi Araba y medicusmundi Bizkaia) y Odette Nyiramana ( presidenta de la cooperativa TUZAMURANE GIhara)