La diversidad sexual en España a nivel de sociedad es aceptada y respetada en una amplia mayoría social. A nivel mundial podemos decir que somos una de las sociedades más seguras y que mejor protegen los derechos LGTBIQA+. Desde 2005 España se convirtió en el tercer país del mundo tras Bélgica y países Bajos en aprobar el matrimonio y la adopción homosexual. Y actualmente el 50% de las solicitudes de asilo pertenecen al colectivo LGTBI+, fundamentadas en cuestiones de orientación sexual, según La Sexta.

Pero no nos engañemos: en Europa estos colectivos también se han sentido discriminados y atacados a pesar de que somos los abanderados de los derechos LGTBI+. Se calcula que una de cada cuatro personas ha sufrido acoso, agresiones o amenazas en los últimos cinco años. Y Polonia y Hungría siguen en la cola en la defensa de sus derechos, con sus polémicas leyes anti-LGTBI.

Y a nivel global, el panorama es aún más desolador. Hay 12 países en el mundo entre los que se encuentran Mauritania, Somalia, Nigeria, Uganda, Yemen, Pakistan, Afganistán, Brunei, Qatar y Arabia Saudí con penas capitales por determinadas prácticas sexuales entre estos colectivos, según ILGA (Asociación Internacional de Gays, Lesbianas, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales). Sudán retiró la pena de muerte en 2020 por presiones de la Sociedad de Naciones, aunque siguen cumpliendo duras condenas en prisiones.

Pero el infierno de los colectivos LGTBI+ no termina ahí. Otros 70 países en el mundo los criminalizan a través de duras legislaciones, ya sea con multas elevadas o con años de prisión. Otros países, si bien no contemplan las prácticas sexuales entre los colectivos LGTBI en su código penal, a nivel social están invisibilizados y simplemente no se habla. Como en China.

Lo más preocupante ahora son los retrocesos de derechos en el mundo. Sin ir más lejos, Indonesia prepara una ley para 2025 que prohibirá las relaciones extramatrimoniales que apunta directamente hacia ellos. Por no mencionar a Rusia, que ha dado luz verde a la caza de los colectivos LGTBI.

Quienes formamos medicusmundi creemos que es posible vivir en un mundo más justo, donde no existan grupos socialmente desfavorecidos, excluidos o vulnerados. Trabajamos para lograr mayores niveles de justicia social, y luchamos por la igualdad de derechos de todas las personas. Sólo así se puede lograr que la cobertura sanitaria universal llegue a todos los colectivos.